jueves, 8 de enero de 2009

Después del abordaje

¡Malditos gaznápiros! Fuimos abordados por el barco de Calicó Jack cuando nos dirigíamos a Tortuga para pasar la Navidad. Ordené disparar a mis hombres, pero ¡oh pavor!: la tripulación que nos abordaba desde el barco del viejo Rajkham no era normal ¡Mujeres! ¡mujeres guapísimas y esbeltísimas -o al menos eso nos parecieron-! ¡y enseñándolo casi todo! ¡por la tinta de todos los calamares! Ambos barcos hemos estado a la deriva varios días -ellas nos abordaron, que conste- y, a pesar del gafe que supone llevar mujeres a bordo...bueno, pues eso, que una excepción confirma la regla. Tampoco he atendido mi bitácora adecuadamente, entre otras cosas porque enmedio de tanta algarabía y alborozo desmedido, se me perdió el lechuguino este...ha aparecido finalmente entre los trastos de la bodega, pero no estaba sólo ¡y parecía tonto cuando lo embarcamos! ¡maldito boquerón! Empapado en aguardiente y con esa...esa,brrr...la verdad es que era guapa ¡malditas anguilas hijas de anguilas!
Con todo este jaleo hemos perdido casi tres semanas y aún estamos enmedio del oceáno. Da igual, ahora no tenemos prisa; ya llegaremos a Tortuga.
¡Lechuguino! ¿estás escribiendo o sigues pensando en tu "maravillosa doncella"? ¡Voto al diablo si esa pandilla de pirañas del Orinoco no están buscando otro bajel al que abordar! Si no lo han hecho ya...por cierto ¿alguien ha visto a mi loro Felipe?


2 comentarios:

El Ratón Tintero. dijo...

Vaya tela (sin tela) cómo hemos regresado eh :-)
Y a Felipe parece que le ha gustado más esa espada (o espalda) que tu hombro; creo que te puedes ir buscando otro loro :-P

Jaime Garcigonzález dijo...

El loro es más borracho que el capitán y viceversa.