jueves, 19 de febrero de 2009

¡Malditos desleales!

¡Brrrr! ¡Por fin he llegado a alguna parte!
Me pillaron mirando ensimismado aquellos cuadernos franceses llenos de lujuriosas mozas y aprovecharon para amarrarme y montarme en un bote con el lechuguino. Nos soltaron en alta mar sin más ayuda que una cantimplora y un cuartillo de ron y hemos navegado todo este tiempo guiados por las estrellas, hasta que hemos conseguido tocar tierra. Ni siquiera los más fieles me han seguido, con lo cual han demostrado su bellaquería ... ¡ratas traidoras! Pero ¡por todos los cetáceos! ¡pagarán cara su osadía! Sé que siguieron rumbo a Tortuga y nosotros debemos estar a menos de 4 días de navegación, según mis cálculos ¡en cuanto les eche el guante verán lo que ocurre por traicionarme! Y mi barco... ¡se fueron en mi barco! ¡maldita canalla vil y rastrera!
¡Lechuguino! busquemos un lugar donde pasar la noche y algo de comer, hay que reponer fuerzas para partir en seguida hacia Tortuga, antes que esa pandilla de alacranes de cañaveral zarpe hacia otro lugar. Los atraparé y entonces...¡por todas las medusas, probarán mi furor!